Presidenta de Perú instala su gabinete en medio de protestas
La flamante presidenta de Perú, Dina Boluarte, presentó éste sábado a su gobierno, con perfil independiente, mientras que en las calles las protestas por nuevas elecciones adquirían matices violentos tras la destitución del exmandatario de izquierda Pedro Castillo, luego de su fallido golpe de Estado.
Boluarte, vicepresidenta hasta la destitución de Castillo, designó a un exfiscal anticorrupción y abogado, Pedro Angulo, como jefe del gabinete conformado por 19 ministros, ocho mujeres entre ellos.
La incorporación de ministros con más perfil técnico que político, como reclamaba el Congreso, puede abrir espacio a la tregua que pidió Boluarte quien debe hacer frente a una ola de protestas por la destitución de Castillo.
"La consolidación de la democracia, el Estado de Derecho, el equilibrio de poderes y la gobernabilidad en el país, es la línea esencial de mi gobierno", dijo Boluarte en su primer discurso como presidenta.
Boluarte pidió calma y evitar conflictos "que pongan en riesgo nuestra hermandad como peruanos".
Boluarte asumió la presidencia luego que el Congreso destituyó a Castillo quien había ordenado disolver la legislatura y gobernar por decreto; lo cual fue ignorado por los parlamentarios que inmediatemente lo destituyeron.
"La Constitución había sido violada", dijo José Williams, jefe del Congreso peruano dominado por la derecha al justificar la remoción de Castillo.
Castillo fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México a solicitar asilo político y fue puesto el jueves en prisión preliminar por siete días. La fiscalía lo acusa de rebelión y, de ser hallado culpable, enfrentaría entre 10 y 20 años de prisión.
Para irritación de Lima, el presidente izquierdista de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldó a Castillo, dijo que fue víctima de un golpe blanco y ofreció asilarlo. Este sábado su canciller Marcelo Ebrard dijo que ofrecer asilo es parte de la tradición diplomática de México.
- Protestas y policía rehén-
En el interior de Perú las protestas tomaron un rumbo violento con enfrentamientos entre miles de manifestantes y policías en la ciudad surandina de Andahuaylas, en la región Apurímac cuna de Boluarte.
Un policía fue retenido como rehén, siendo exhibido con el rostro oculto y amarrado a un palo, según imágenes de la televisión.
La comisaría de Andahuaylas confirmó a la AFP que el rehén era un policía. Dicho local fue atacado a pedradas por exaltados manifestantes.
"Hacemos un llamado a la calma ante los hechos que se vienen registrando en Andahuaylas. Pedimos respeto y tranquilidad a la población que hace uso de su derecho a protestar. Rechazamos cualquier acto de violencia que ponga en riesgo la integridad del ser humano", tuiteó la Policía Nacional.
En Arequipa, unos 1.000 kms al sur de Lima, grupos de mineros informales marchaban hacia la capital peruana.
En Lima la mirada estaba centrada en una marcha convocada por grupos de estudiantes, trabajadores y partidos políticos de izquierda.
En el resto del país, los bloqueos de carreteras continúan por tercer día en las zonas surandinas donde Castillo goza del mayor apoyo. Sin embargo, los manifestantes no han crecido en número.
En las regiones Ica y Arequipa continuaban bloqueados varios tramos de la Panamericana, la principal carretera que atraviesa el país de norte a sur, dejando decenas de buses y camiones de carga varados.
Los sucesos provocaron que la policía anunciara la suspensión de vacaciones y permisos de su personal hasta "nueva orden".
Por su parte, la fiscalía continuó interrogando este sábado a los exministros de Castillo por el presunto delito de rebelión.
El exjefe de Gabinete de Castillo, Aníbal Vásquez, anunció su "paso a la clandestinidad" por haber sido denunciado también por rebelión.
En la base policial donde el expresidente está detenido por orden judicial, decenas de simpatizantes de Castillo realizaban una vigilia y olla común en solidaridad y reclaman su liberación.
- Tres días de negociaciones -
Boluarte mantuvo tres días de negociaciones con líderes de las bancadas de partidos de derecha presentes en el Congreso, ante la defección de la izquierda a sumarse a las conversaciones.
La decisión de gobernar hasta el fin del mandato de Castillo, el 28 de julio de 2026, está en el origen de los nuevos problemas de Boluarte.
La demanda de nuevas elecciones se asocia con un abrumador rechazo al Congreso: según sondeos de noviembre, 86% de peruanos desaprueba al parlamento.
La aparente lentitud en la toma de decisiones de Boluarte destapó la olla de presión social, con marchas de regular magnitud y bloqueos de carreteras en demanda de nuevas elecciones y la liberación de Castillo.
Boluarte no descartó el viernes llamar a elecciones anticipadas en busca de una salida pacífica a la crisis política, e instó a la calma a la población.
(N.Lambert--LPdF)