Irlanda conmemora el centenario de su "Estado libre"
Hace cien años, Irlanda se convirtió en un Estado separado de Gran Bretaña, pero no en forma de república como esperaban los líderes revolucionarios, sino bajo la ambigua etiqueta de "Estado libre irlandés".
El 6 de diciembre de 1922, los legisladores irlandeses se reunieron para jurar lealtad al rey inglés Jorge V como territorio perteneciente al imperio británico, aunque el debate en la cámara subrayó que lo hacían bajo coerción.
Fue una de las múltiples concesiones hechas en el tratado angloirlandés de 1921, que puso fin a tres años de guerra por la independencia.
Entre ellas también figuró la separación de seis condados de mayoría protestante, en la jurisdicción de Irlanda del Norte, que quedaron bajo el control del Reino Unido hasta el día de hoy.
Un día después del nacimiento del Estado libre, el legislador Sean Hales fue asesinado por opositores al tratado cuando salía de comer en un céntrico hotel de Dublín.
En rápida y brutal represalia, el nuevo gobierno irlandés ejecutó a cuatro presos contrarios al tratado, sin cargos ni justificación.
El escritor irlandés James Joyce captó el estado de ánimo de aquella descarnada guerra civil cuando en su novela "Ulises", publicada ese año, escribió: la Historia es "una pesadilla de la que intento despertar".
- La "década de los centenarios" -
Desde 2012, Irlanda ha celebrado el centenario de su incipiente gobierno autónomo en 1912 y de la insurrección armada de los republicanos contra el dominio británico en 1916.
Pero a medida que fue avanzando esta "década de los centenarios", fueron resurgido viejas divisiones sobre la creación de la Irlanda moderna que han marcado su historia desde entonces.
El año pasado, el presidente irlandés, Michael D. Higgins, fue acusado de ignorar una invitación a un servicio religioso con motivo del centenario de la creación de Irlanda del Norte.
La semana pasada, el primer ministro Micheál Martin afirmó que el ambiguo estatus recibido en 1922 y la pérdida de "una parte significativa de la población de la isla" que quedó en Irlanda del Norte sigue dividiendo a los irlandeses.
"Hubo una sensación de idealismo perdido sobre el tipo de Estado por el que se había luchado", reconoció durante una conferencia en el University College de Dublín (UCD).
- La sombra de Gran Bretaña -
La divisiones persisten: un sondeo reciente del diario Irish Times mostró que 66% de los habitantes de la actual República de Irlanda votaría por una reunificación de la isla, mientras que en Irlanda del Norte solo lo haría un 50%, con 19% de indecisos.
La conferencia del UCD puso también de relieve el legado del "Estado libre", que duró 15 años hasta la aprobación de una nueva Constitución republicana, con la prominencia unos valores católicos y patriarcales que erosioron los derechos de las mujeres.
También la emigración masiva desde Irlanda, que perduró durante el siglo XX.
En el lado positivo, la conferencia abordó el hecho de que la Constitución de 1922 instaurara una democracia duradera en el país.
Según Brigid Laffan, politóloga irlandesa del Instituto Universitario Europeo, quizá más que ningún otro acontecimiento del siglo pasado, la decisión de Irlanda de entrar en la Unión Europea hace 50 años le permitió salir por fin de la sombra de Gran Bretaña.
Y si eso puso fin a la "relación asimétrica" entre el Reino Unido y la República de Irlanda, el Brexit acabó por desmoronar la situación que había persistido en el siglo pasado, añadió.
Transtornando "la política territorial en el Reino Unido y entre las dos partes de la isla", el Brexit ha hecho que el futuro de Irlanda "esté mucho más abierto" ahora, subraya Laffan, con creciente demandas de un futuro referéndum de autodeterminación en Irlanda del Norte de cara a una eventual reunificación.
(Y.Rousseau--LPdF)